Utilizando únicamente biomasa, específicamente leña local seca con menos de un 20% de humedad, Böckle dio vida a Böckle Bräu, su planta cervecera artesanal.
Fuente: ITV
Siguiendo los mismos principios con que se hacía cerveza en Alemania en el año 1516 —cuando se promulgó la histórica Ley de la Pureza (Reinheitsgebot) en Baviera—, el maestro cervecero Timo Böckle produce actualmente sus primeros litros comerciales de cerveza en el sector de Agua Fresca, 45 kilómetros al sur de Punta Arenas.
Utilizando únicamente biomasa, específicamente leña local seca con menos de un 20% de humedad, Böckle dio vida a Böckle Bräu, su planta cervecera artesanal, desde la cual en marzo de este año salieron sus primeros 100 litros de cerveza elaborada exclusivamente con cebada, lúpulo, levadura y agua cristalina del extremo sur del país.
Pero el camino no fue inmediato. “Con los años —cuenta Böckle—, la idea fue fermentando mientras me enamoraba más y más de la belleza de la Patagonia y la región”. En 2011 llegó por primera vez a Magallanes con el propósito de crear cerveza. Desde entonces, su sueño fue tomando forma mediante experimentación casera, viajes formativos entre Chile y Alemania entre 2018 y 2019, y el desarrollo de recetas adaptadas al clima y recursos locales.
Durante la pandemia, en 2020, Böckle fundó oficialmente Böckle Bräu, construyendo la planta con materiales sostenibles y tecnología de bajo impacto ambiental. Desde 2021 a 2024, perfeccionó sus recetas y procesos hasta lograr una producción basada en energía 100% renovable y un sistema de distribución de carácter local. “Elaboro cerveza cumpliendo rigurosamente con dos leyes: con la Ley de la Pureza de 1516, y con la Ley de Biocombustibles Sólidos de Chile”, afirma entre risas el cervecero.
La última normativa —la Ley de Biocombustibles Sólidos (BCS)— busca regular el uso eficiente de la leña y otros combustibles sólidos, coincidiendo con principios similares a los que ya rigen en países como Alemania. En ese sentido, Timo Böckle aplica un proceso en que la leña genera el calor necesario para cocer el mosto, reutilizando el calor mediante un sistema de intercambios térmicos fabricado localmente, lo que le permite controlar las temperaturas requeridas en cada fase del proceso cervecero.
Para el Seremi de Energía de Magallanes, Sergio Cuitiño, esta iniciativa es un ejemplo claro de lo que significa producir con visión de futuro: “Lo que cuenta Timo Böckle es un excelente ejemplo de eficiencia energética, mitigación de gases de efecto invernadero, reciclaje, economía circular y espíritu emprendedor. Ha logrado mantener una tradición centenaria, pero adaptada al siglo XXI y al contexto magallánico”.
Cuitiño agregó que por todas estas razones, el emprendimiento ha sido destacado por el Ministerio de Energía, no solo por su calidad, sino también por su valor educativo: “Queremos difundir esta experiencia para que otros se atrevan y, además, para promover entre la comunidad los elementos fundamentales de la Ley de BCS, que comenzará a operar en Magallanes en cinco años más”.