No cabe duda que el consumo de cerveza crece como la espuma en el país. Y eso nos encanta. Sin embargo, aun estamos en pañales, si nos comparamos con países donde la cultura cervecera es una emblema nacional.
Nos queda mucho por aprender, lo sabemos. Y es que, como experiencia sensorial, debemos conocer cómo disfrutar de cada una de las bondades que nos brinda tan rica bebida.
Es por ello, que nuestro equipo de investigación se dedicó a cachurear por distintas fuentes y rescatar los cinco principales errores o mitos que están asociados al consumo de cerveza y que cualquier mortal puede creer que están correctos.
1.- CONGELAR LA COPA O VASO
Lamentablemente ya es una práctica generalizada en muchos bares de nuestro país (y del mundo), congelar las copas o shoperos con la errónea presunción de que así se servirá la chelita más fría, especialmente en los meses de verano.
Si a usted, amiga, amigo, le dan una copa congelada, le decimos al tiro que pida cambiarla. Y es que, dentro de todos los atentados que esta situación pueda generar, el principal se relaciona con el golpe de frío que afecta directamente las propiedades de la cerveza, restándole aromas y especialmente sabores.
Con temperaturas bajas, los receptores olfativos captan menos sustancias volátiles, situación similar ocurre con las papilas gustativas que, frente a una cerveza muy fría, no captan completamente los sabores y la experiencia se torna plana.
Por otro lado, recuerde que cada estilo de cerveza tiene su temperatura ideal para beber. Si usted es capa o capo, sabrá degustarla de mejor manera con la temperatura que corresponde.
2.- SERVIRLA SIN ESPUMA
Es lugar común escuchar en los carretes la típica frase «no la sirvas con mucha espuma» y acompañada de ella la típica maniobra de inclinar la botella y el vaso y pos de lograr esta tarea. Maniobra que, con el paso de los tragos, se hace cada vez más compleja. Lo sabemos.
Nuevamente caemos en un importante error. Y es que la corona de espuma o giste, es un elemento clave para mantener las propiedades de la cerveza. Tal como comúnmente decimos en Con Ponchera, está funciona como un taponcito que permite conservar los aromas y sabores de la cerveza, impidiendo el ingreso de óxigeno para que así no se oxide.
¿Cuánta espuma debe tener? Depende del país dónde la tomes, pero un promedio general es dejar, al menos, dos o tres «dedos» de espuma. Para conseguirlo, el vaso tiene que estar en un ángulo de 45°, se llena el 75% de su capacidad, y se acaba llenando en posición vertical. La corona se forma en botella, colocándola en perpendicular a la copa. Así de específicos… Igual puedes ir probando los ángulos…
Si se está sirviendo una cervecita artesanal desde una botella, le aconsejamos dejar un conchito en la botella, agitarla brevemente de manera circular y terminar de servir. Esto, particularmente cuando son con fermentación en botella, para aprovechar todos los sabores
Ojo que, para los más caperusos, la apariencia de la espuma y su retención, hablará también de la calidad de la misma.
3.- BEBERLA DIRECTAMENTE DE LA BOTELLA O LATA
Como se pueden dar cuenta el factor de los aromas y sabores de la cerveza resulta clave para disfrutar a concho de esta experiencia sensorial.
En este caso, beber una cerveza directamente desde su botella o lata, no permitiría apreciar de mejor manera los elementos volátiles del producto y los sabores pueden verse afectados, por ejemplo, con el aluminio de la lata. Algunos, incluso, señalan que ni siquiera se lograría un contacto con las papilas gustativas.
La recomendación es beber la cerveza en copa o vaso, y apreciar así todos sus propiedades. Esto es muy importante. Recordemos también que cada estilo tiene su copa particular que le permite potenciar cada una de sus propiedades.
4.- TOMAR TODO TIPO DE CERVEZA A LA MISMA TEMPERATURA
Ya lo hemos dicho, la temperatura es un factor clave en el consumo de cerveza. De ella dependerá, en gran medida, que las propiedades de esta puedan aflorar tal cual el maestro cervecero lo ideó en su receta.
Una regla de oro: cada variedad de cerveza tiene su temperatura ideal. Generalmente, las cervezas con poca graduación se sirven más frías que las cervezas fuertes. Por ejemplo, una Stout -asociada más al invierno- debe beberse entre 12 y 14°C).
Ahora bien, si igual le sirven una Stout o una Strong muy fría, le recomendamos tomar la copa con ambas manos y calentar un poco la cervecita para que tome su temperatura ideal.
Nuevamente, una cerveza extremadamente fría anulará sus papilas gustativas, generando que la experiencia con esta sea plana.
5.- LA CERVEZA GENERA PONCHERA
Si bien somos Con Ponchera, no lo somos por el exclusivo consumo de cerveza. Tal como aparece en nuestra descripción, somos amantes del consumo responsable de cerveza y del buen comer. Y, quizás, somos muy amantes de esto último… Jé!
No lo decimos nosotros, sino que estudio realizado por miembros de la Academia Española de Nutrición (AEN) y del departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid indicó que la ponchera cervecera es un mito. Así tal, cual.
La investigación señala que si se toma con moderación, la cerveza no implica ningún problema e incluso puede ser ideal para nuestro día a día, ya que tiene un aporte calórico moderado. Ojo que también tiene beneficios para la salud, según el artículo que ya publicamos.
El problema tiene que ver con lo que acompañamos la cerveza: papas fritas, hamburguesas, pizzas, etcétera. Junto con una vida sedentaria, sin ejercicios.
Y Tú ¿Estas de acuerdo con estos mitos y errores? ¿Conoces otros? Coméntanos y sigamos alimentando la cultura cervecera nacional.