Un estudio ha demostrado que la cerveza sabe diferente según el vaso en el que se bebe.
Fuente: Noticias Huesca
Los bebedores con los ojos vendados pensaban que la misma cerveza sabía más dulce cuando se bebía en un vaso de borde grueso que en uno de borde fino.
Los hallazgos sugieren que el vaso debe verse no sólo como un recipiente pasivo sino también como un colaborador activo o “coprotagonista” en la experiencia multisensorial de beber, dijeron investigadores de la Universidad de Chuo en Japón.
Charles Spence, profesor de psicología experimental en la Universidad de Oxford, comentó: “La gente asocia la dulzura con la redondez, y puede ser que la sensación redondeada de los gruesos labios de cristal enfatice la dulzura en contraposición a los labios”.
Vaso de cerveza
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 49 hombres y mujeres, todos bebedores habituales de cerveza y vino, pero no les dijeron el propósito del estudio. Con los ojos vendados, les dieron a cada uno dos vasos de la misma cerveza al mismo tiempo.

Las copas en cada prueba eran casi idénticas en tamaño, pero una tenía un borde delgado (entre 1 mm y 1,2 mm) mientras que la otra tenía entre 2,9 mm y 3 mm.
Los bebedores describieron alrededor de dos tercios de las muestras tomadas de vasos de borde grueso como dulces.
El profesor Spence dijo que los resultados de este estudio “se basan en un cuerpo emergente de investigación gastrofísica que demuestra que, si bien no podemos saborear literalmente los platos, tazas o cubiertos, la vajilla que utilizamos puede tener un impacto significativo en la experiencia de degustar, en lo que sentimos y en cuánto disfrutamos de la experiencia”.
Los hallazgos se publican en la revista Food Quality and Preference.

