La cerveza es nuestro combustible, nuestra gasolina, nuestra fuente de poder, nuestra razón de existir, nuestro maná del desierto… Nuestro TODO. ¡Lo sabemos! Pero…
En este caso, en la línea de la economía circular, de utilizar todos los residuos de los procesos productivos, es que investigadores españoles proponen reutilizar algunos componentes de la producción cervecera para generar un nuevo tipo de bencina. ¿Qué te parece?
Cerveza combustible
El estudio se realizó en la Universidad de Valladolid por un equipo de ingenieros químicos y ambientales del Instituto de Procesos Sostenibles (IPS) que descubrió este nuevo uso de los residuos de la cerveza, en concreto, del orujo.
El orujo de cebada es lo que se transforma. El proceso consiste en emplear bacterias para transformar los azúcares que están presentes en los residuos agrícolas como la cebada en biobutanol, que es un combustible que presenta una serie de características muy parecidas a la gasolina.
Este proceso arranca con un pretratamiento en el que se aplica energía de microondas -se consiguen temperaturas elevadas y se produce antes el calentamiento-, y agua al orujo de la cerveza para modificar su estructura.
Tras esta modificación estructural, las enzimas liberan los azúcares simples necesarios para la fermentación. Con este sistema, se logra obtener así el producto final: el biobutanol.
Beneficios
Este biocombustible, que se puede utilizar en motores de combustión sin necesidad de hacer significativas modificaciones, presenta varias ventajas aparte de su uso.
Una de las principales se centra en su proceso de obtención, puesto que solo se emplea agua como reactivo y energía de microondas. Esto supone que su obtención es un proceso limpio, aparte de respetuoso con el medioambiente.
Aparte, permite tener otras sustancias naturales como los arabinoxilanos, que tienen potencial como prebióticos y propiedades antioxidantes y antibacterianas, entre otras.
Vía: Ecologismos.com