Sí, como lo lee, monjes alemanes juran de guata haber inventado la primer cerveza en polvo… La idea es cuidar el agua ¿De qué se trata? Acá todo el detalle.
Klosterbrauerei Neuzelle, una cervecería monástica cerca de Munich afirma que ha inventado la primera cerveza en polvo del mundo.
Sólo hay que añadir agua para que se forme una espuma con todo su sabor. El resultado promete un enorme ahorro en transporte, ya que puede enviarse con un 10% menos de peso.
Klosterbrauerei Neuzelle colaboró con “socios tecnológicos” y utilizó financiación de BMWi para crear su primer producto en polvo, una cerveza sin alcohol rica en dextrina que se ha elaborado con métodos convencionales y luego “procesado y preparado en un polvo/granulado de cerveza soluble en agua“.
Cerveza en polvo
El equipo está probando este polvo en el mercado en pequeñas cantidades este año, pero el plan es empezar pronto a fabricar cervezas con alcohol y ampliar la producción, siempre que a la gente le guste.
El equipo cree que también es posible abandonar las técnicas tradicionales de elaboración de cerveza, simplificando el proceso para minimizar el uso de materias primas, mano de obra y energía.
«Ha llegado el momento de poner a prueba la producción y logística clásicas de la cerveza teniendo en cuenta cómo tratamos nuestro medio ambiente. Miles de millones de litros de agua se transportan a los consumidores de todo el mundo, porque la cerveza se compone de hasta un 90% de agua. Desde el punto de vista medioambiental, ya estamos ahorrando en transporte, pero aún no en el uso de recursos y los costes de producción», comentó Helmut Fritsche, accionista mayoritario de Neuzelle.
«Sabemos que los bebedores clásicos de pilsner y todos los entusiastas de la cerveza artesana, especialmente en Alemania, se mostrarán escépticos ante nuestro producto al principio. No se trata sólo de introducir un nuevo producto en el mercado, sino de trastocar el modelo de negocio de la cerveza2, indican los monjes.
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«No consideramos que nuestro principal grupo destinatario sea principalmente el clásico consumidor final alemán, sino los revendedores globales, que no necesariamente tienen que tener conocimientos de elaboración de cerveza, pero que pueden hacer que los gránulos se adapten a la aplicación del consumidor final», comenta Stefan Fritsche, director general.
De hecho, la cervecera empezará a dirigir este producto primero a mercados exóticos como Asia y África, donde los costes de transporte son más elevados y, presumiblemente, el esnobismo cervecero es menos problemático que en casa.
Más información: www.klosterbrauerei.com
Vía: EcoInventos